MEDIDAS URGENTES PARA PROTEGER AL COLECTIVO
Tráfico tiene un plan para frenar la "insoportable" cifra de ciclistas muertos
La Dirección General de Tráfico quiere atajar la "sangría" de ciclistas muertos en las carreteras con un plan urgente de medidas que, entre otras cosas, incluyen endurecer el castigo para los conductores que reinciden en el consumo de alcohol y drogas al volante.
Un plan del que ha hablado el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, en su comparecencia en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso, donde ha indicado que este proyecto será abordado el próximo martes, 16 de mayo, en el Comité de Seguridad Vial.
A pesar de que Serrano no ha ofrecido muchos detalles de su contenido, sí ha dejado clara su intención de actuar de inmediato para frenar la "insoportable" cifra de ciclistas que cada fin de semana fallecen en nuestras carreteras.
"No estamos dispuestos a que la gente que sale con su bici no pueda regresar vivo a su casa", ha enfatizado Serrano, antes de apuntar que se pondrán en marcha más medidas de vigilancia y otras contra los conductores que reinciden en el consumo de alcohol y drogas.
El anuncio de este plan de protección para los ciclistas se ha producido tras la trágica muerte de dos ciclistas el pasado domingo en una carretera valenciana, donde una mujer de 28 años, que dio positivo en alcohol y drogas y que ya tenía antecedentes por conducir ebria, arrolló con su coche a un pelotón de ciclistas.
En lo que va de año 18 ciclistas han fallecido, tres más que en el mismo periodo de 2016, año en el que perdieron la vida un total de 33, según las cifras provisionales de la DGT en las 24 horas siguientes al accidente.
Conscientes del problema, toda la oposición se ha mostrado a favor de dar pasos para consensuar iniciativas destinadas a acabar con este tipo de siniestros, aunque han coincido en apelar a la responsabilidad del comportamiento de los conductores como principal causa de los accidentes con ciclistas.
Aunque la "tragedia" de este colectivo ha sido uno de los temas centrales de la comisión, Serrano ha desgranado las líneas de actuación de la DGT para esta legislatura, en la que ya en marzo el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, detalló quince medidas urgentes para reducir la siniestralidad.
Serrano ha explicado que tres de esas quince medidas ya están ejecutadas -las cámaras del control del uso del cinturón, las campañas de distracción al volante y la nueva instrucción de vigilancia-, mientras que otras ya han comenzado, como los tramos con avisadores de velocidad.
A punto de ponerse en marcha están otras dos iniciativas: Tráfico comunicará próximamente a los dueños de las carreteras el primer listado de puntos negros para consensuar soluciones y también dará a conocer en los próximos meses los nuevos criterios de instalación de radares.
Junto a estas actuaciones, se encuentran en tramitación la señalización de 49 nuevas rutas ciclistas y la instalación de guías sonoras longitudinales y de cruces peligrosos.
En el capítulo de reformas legislativas, Serrano ha anunciado que en 2018 quiere tener elaborada una "ambiciosa" Ley de Seguridad Vial y un nuevo reglamento de vehículos que "dé respuesta a la movilidad del siglo XXI", sin olvidar la Estrategia de Seguridad Vial para 2020-2030.
Durante su comparecencia Serrano ha avanzado que la conducción futura empieza por el examen de conducir sobre el que Tráfico planea algunos retoques que van desde la prueba teórica, con la emisión de vídeos sobre situaciones de riesgo en la conducción, hasta la práctica, con la introducción del GPS.
Mientras llegan estos cambios, Tráfico quiere acabar con las "trampas" y la "picaresca" detectadas en los exámenes teóricos con la instalación de inhibidores en las salas de las pruebas para que el aspirante no pueda emplear aparatos electrónicos con los que acceder a las respuestas de los test ni comunicarse con el exterior.