SE PRUEBA EN BARCELONA CON LA COLABORACIÓN DE LA DGT Y EL AYUNTAMIENTO
Un proyecto de inteligencia artificial para proteger a los motoristas, ciclistas y peatones
En Barcelona se desarrolla una iniciativa que utiliza las nuevas tecnologías que se incorporan a los vehículos para proteger a los colectivos más vulnerables. Este proyecto, llamado Autonomous Ready Spain, ya ha detectado a 37.000 ciclistas y 240.000 peatones.
Cada día, unos 300 vehículos de reparto y transporte, equipados con dispositivos de asistencia a la conducción, conducen más de 45.000 kilómetros de la ciudad Condal y, gracias a este sistema, detectan la presencia de los usuarios más vulnerables.
Inteligencia artificial para combatir los errores humanos
El objetivo del proyecto es utilizar las nuevas tecnologías de los vehículos para diseñar un mapa de zonas sensibles. Los datos de este estudio ayudan a señalar los puntos negros y llevar a cabo acciones para mejorar la seguridad vial. También permite optimizar los desplazamientos, dentro de Barcelona, de las empresas que participan en el proyecto, diseñar mejoras en las infraestructuras y garantizar una movilidad más segura.
Los sistemas tienen unas cámaras inteligentes que, conectadas a una herramienta de reconocimiento y procesado de datos, interpretan el entorno en tiempo real, por lo que ayudan a los conductores a prevenir colisiones y ofrecen información sobre puntos de riesgo en la infraestructura viaria de Barcelona.
El compromiso de las empresas que participan en este proyecto consiste en tener en tres años unos 5.000 vehículos dotados con sistemas ADAS circulando por Barcelona, por lo que se podrán obtener patrones de riesgo basados en los datos sobre los diferentes usuarios, en especial en los conflictos generados por la convivencia entre vehículos.
Los primeros resultados
Los creadores de Autonomous Ready Spain calculan que este sistema puede predecir hasta el 80% de los posibles errores humanos que están detrás de casi el 90% de los accidentes de tráfico.
En estos primeros meses de funcionamiento, cuando los nuevos sistemas han percibido una situación de riesgo, han emitido una alerta que ha evitado la colisión de los vehículos con casi 700 usuarios vulnerables.
Por ahora, el proyecto se prueba en Barcelona, pero la idea es llevarlo a otras ciudades con el objetivo de acondicionar las grandes urbes a la circulación del vehículo autónomo.
En este estudio participan el Ayuntamiento de Barcelona, la Dirección General de Tráfico (DGT), la empresa de tecnología Mobileye y una compañía de Intel. Además, el consistorio barcelonés se ha comprometido a incorporar una flota de más de 700 autobuses de TMB (Transports Metropolitans de Barcelona) para 2020.