¿TECNOLOGÍA QUE PROTEGE O ESTRESA?
Casi la mitad de los conductores asegura abrumarse con los sistemas ADAS
La implantación de los sistemas de ayudas a la conducción está generando dudas, estrés y cierta desconfianza entre los propios conductores, según el último estudio de la Fundación CEA y Asitur,
Los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS) llegaron para mejorar la seguridad vial. Están incorporados de manera obligatoria en los vehículos nuevos, impuesto por el Reglamento UE 2019/2144 del Parlamento Europeo y del Consejo.
Sin embargo, el informe revela que un 49,03 % de los conductores cree que las alertas de los ADAS son excesivas, y un 42,55 % reconoce sentir un alto nivel de estrés cuando los utiliza. El objetivo del estudio, realizado a más de mil encuestados, era analizar el nivel de conocimiento que los usuarios tienen sobre esta tecnología y cómo afecta a su conducción.
Desde julio de 2022, muchos de estos sistemas son obligatorios en los coches nuevos según la normativa europea: desde el frenado automático de emergencia (AEB) hasta el aviso de cambio involuntario de carril (LDW), el detector de fatiga o el asistente inteligente de velocidad (ISA). No obstante, casi la mitad de los encuestados (48,76 %) admite no saber bien cómo funcionan.
La brecha es clara: aunque más del 70 % de los vehículos cuentan con varios sistemas ADAS, esto no significa que exista una comprensión adecuada por parte del conductor. De hecho, sólo un 53,89 % sabe que su coche tiene AEB, un sistema obligatorio. Este desconocimiento puede comprometer tanto la eficacia de los ADAS como la seguridad del vehículo.
Ante esta situación, desde Fundación CEA y Asitur recomiendan que los concesionarios incluyan formación específica sobre ADAS al entregar el coche, además de fomentar acciones formativas posteriores. También proponen que fabricantes, administraciones y formadores se impliquen más en el correcto uso de esta tecnología, para que su implantación contribuya realmente a salvar vidas en la carretera.