CONDUCCIÓN BAJO TEMPERATURAS ALTAS
El calor extremo: un factor de riesgo al volante equiparable al consumo de alcohol
El calor extremo puede tener efectos sobre el comportamiento del conductor similares a los de la ingesta de alcohol. Aumenta el riesgo de cometer errores y reduce el tiempo de reacción.
El exceso de temperatura captado por nuestra superficie corporal se transmite al hipotálamo, una área del cerebro que modula el sueño y la capacidad de reacción ante circunstancias inesperadas. Esto implica que, bajo condiciones de calor extremo, los conductores pueden experimentar somnolencia y disminución de la capacidad de respuesta.
Para minimizar los riesgos asociados con el calor, se recomienda viajar en las horas de menos calor, preferiblemente a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Además, estacionar el vehículo en zonas con sombra o utilizar parasoles puede disminuir la temperatura interior del coche hasta en 15ºC respecto al exterior. Es crucial igualar las temperaturas del exterior y del interior bajando las ventanillas y encendiendo el aire acondicionado para mantener una temperatura entre 21ºC y 22ºC.
Medidas adicionales
Llevar bebidas para mantenerse hidratado, especialmente si se viaja con niños o ancianos, es fundamental. También se debe hacer una parada cada dos horas aproximadamente o cada 200 kilómetros para descansar y refrescarse.
Las lesiones causadas por accidentes relacionados con el calor pueden variar en intensidad, siendo en su mayoría de baja y media gravedad. Estas lesiones pueden evitarse tomando las precauciones mencionadas y manteniendo un ambiente fresco y cómodo dentro del vehículo.