RECOMENDACIONES DE LA DGT
Todo lo que necesitas saber sobre las luces para circular con seguridad
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha elaborado una guía para aclarar cómo funcionan las luces, poniendo el foco en el uso de las de cruce durante el día y las diferentes tecnologías disponibles. Te lo contamos.
Poner las luces es un gesto importante para circular con unas condiciones de visibilidad óptimas y seguras. Por este motivo, Tráfico ha preparado una serie de recomendaciones para los conductores, en el cual especifica cuándo y cómo usar las diferentes luces.
Usos generales: durante todo el día, aunque son aún más importantes por la noche. Son obligatorias en carriles reversibles, zonas de poca visibilidad (túneles, tramos de vía con la señal de túnel, pasos inferiores, etc.) y en condiciones metereológicas o ambientales adversas (niebla, lluvia intensa, nevada, nubes de polvo o humo...).
1. Luces de cruce o de corto alcance: es un alumbrado obligatorio, ancho, corto y asimétrico orientado hacia el lado derecho de la calzada. Sirve para alumbrar delante de otro vehículo, sin deslumbrar. Se recomiendan siempre para la noche y ante malas condiciones de luz en todas las vías.
2. Luces de largo alcance o de carretera: son alargadas y estrechas. Se emplean por la noche para iluminar delante de un vehículo a larga distancia, sin incomodarle. Son habituales en carreteras poco iluminadas que permiten velocidades superiores a los 40 km/h
3. Luces antiniebla: solo para tramos con mala visibilidad, pues su intensidad puede deslumbrar a los conductores de detrás. Las traseras, de color rojo intenso, sonobligatorias y aptas para lluvias, niebla densa y nevadas intensas. Las delanteras son blancas, bajas, anchas e iluminan los lados del vehículo. Son opcionales (refuerzo luminoso) cuando en el día o la noche llueve, nieva y hay niebla o nubes de polvo.
4. Luces de posición: las delanteras son blancas y las traseras rojas. Acompañan al resto de luces e indican la posición y la anchura del vehículo en una vía poco alumbrada. Su uso obligatorio se limita a ciertas paradas y detenciones.
5. Luces de gálibo: se sitúan en la parte superior de piezas voluminosas de 2,10 metros o más.
6. Luces de día o de conducción diurna (DRL): obligatorias en todos los coches de la UE desde 2011. Hacen más visible a un vehículo para el resto de los usuarios de la calzada y se activan automáticamente cuando este arranca. Son muy útiles en autopistas, autovías, tramos peligrosos (p.e. cruces con poca visibilidad) y cuando el sol provoca deslumbramientos. Si no se dispone de ellas, deben encenderse las luces de cruce
7. Cuando se da marcha atrás...: se encienden automáticamente una o dos luces blancas. Iluminan la parte trasera desde que se inicia el proceso de reverso
8. Qué es lo mejor cuando se cambian las luces: consiste en cambiar las luces de largo alcance por las cortas. Se aplica para deslumbrar a otros usuarios, especialmente a los que circulan en sentido contrario en autopistas, autovías o carreteras convencionales. El cambio de luces debe producirse en la aproximación a una curva. Ante esta situación, el primer conductor en deslumbrar en la curva debe pasar a las luces de cruce.
Los diferentes sistemas de alumbrado disponibles para vehículos
• Halógenos. El más usado para automóviles. Son potentes y baratas aunque su vida útil no supera las 500 horas de uso.
• De descarga de alta intensidad (xenón). La luz es más clara y más luminosa (tres veces más que la anterior). Su bajo consumo comsumo alarga su vida hasta cuatro veces. A pesar de ello, son más caras, no se ofrecen de serie en modelos de segmentos inferiores, deben cambiarse en un taller y requieren de calentamiento para ofrecer toda su intensidad.
• LED. Comenzaron a usarse para las luces de freno, intermitentes y en las luces diurnas. Iluminan a plena intensidad al instante, admiten distintas formas de diseño, consumen poco y duran en torno a las 10.000 horas. Requieren de sistemas para desvanecer el calor y de sustitución en talleres especializados.
• Láser. Ofrece el cuádruple de intensidad lumínica, menos consumo que la luz LED y una vida útil más duradera. Refleja una luz muy natural de mayor alcance visual (hasta 600 metros) pero supone un precio más elevado.