LA IRRUPCIÓN DE LOS ARAS
Así han evolucionado las motos en los últimos años
Que la moto usa el cuerpo humano como carrocería y eso le confiere una innata peligrosidad es algo difícilmente discutible. Por eso, es especialmente valioso el esfuerzo que está haciendo la industria de las dos ruedas inventando dispositivos que hacen las motos más seguras.
Siguiendo la estela ADAS de los coches, las ARAS (Advanced Rider Assistance Systems) de las motos les confieren una mayor seguridad con avances tecnológicos impresionantes: los radares de proximidad delanteros y traseros, los ABS de última generación capaces de dosificar la frenada en curva y en suelo deslizante, los dispositivos anticaballito, los sensores de presión de las ruedas, los detectores de ángulo muerto, los controles de tracción…
Pero todos estos avances no sumarían lo suficiente si no se hubiera producido un espectacular cambio en la mentalidad de los motoristas.
Hace dos décadas, las motos más vendidas en España con diferencia era las llamadas “R”, de “Racing”, es decir, las motos que eran réplica de las motos de carreras. Existía una carrera entre las marcas disminuyendo el peso y aumentando la potencia porque el mayor argumento de ventas era ser la moto más rápida.
Hoy en día, el mercado de motos R en España es residual. Muy residual. Y a menudo son usuarios que la usan deportivamente, en un circuito.
Las motos más vendidas en la actualidad son las llamadas “naked” (desnudas) y las trail (los SUV de las motos). Por definición, las “naked” son motos que no se compran para correr mucho porque su condición de motos “desnudas” (sin carenado) hacen que sean molestas a gran velocidad por el viento generado. Y las “trail” son motos tranquilas con ADN aventurero, que retan al motorista a rodar por carreteras secundarias, mal asfaltadas, poco transitadas, y a grandes viajes y desplazamientos. Las trail priman la comodidad y la capacidad de carga, y su aerodinámica también les impide (como en las naked) que sean motos “rápidas”.
Junto a estos dos mercados dominantes, se ha multiplicado el de la moto ciudadana (el scooter y la creciente moto eléctrica) y ya son la mitad de las ventas. Ese 50% de usuarios va en moto pero no son “motoristas”, pues usan la moto como ágil y barato medio de transporte. La gran mayoría no tiene ni siquiera carnet de moto, y utiliza un scooter muy poco potente que puede utilizar en ciudad sólo con la licencia de coche.
Aquí han crecido los accidentes porque cada día hay más motos en las ciudades, aunque estos siniestros urbanos son menos peligrosos que los de las motos “grandes” en carretera.
Por todo ello, la siniestralidad en moto está mejorando. Son buenas noticias en España, uno de los países mas “moteros” del mundo, y en el que la movilidad de las dos ruedas aparece como la solución en las grandes ciudades.