SALUD
La tecnología te puede hacer daño: problemas físicos y cómo evitarlos
El uso frecuente de la tecnología puede provocar consecuencias físicas en los usuarios. Molestias en la visión, dolores musculares en el cuello o el pulgar, mala calidad del sueño o pérdida auditiva. Pero hay recomendaciones de expertos para paliarlos.
Las nuevas tecnologías han facilitado la conectividad en el mundo, pero el abuso de estas puede causar molestias físicas y perjudicar diferentes sentidos. La vista se cansa y se daña al mirar continuadamente una pantalla, dormimos poco y mal por estar enviando mensajes o viendo series, el cuello sufre mientras usamos el móvil o problemas auditivos por el abuso de escuchar música en un alto volumen.
No es necesario dejar de lado la tecnología, pero hay que responsabilizarse en su uso, principalmente para evitar problemas mayores. Aquí te dejamos consejos para prevenir molestias:
Vista: En el trabajo o en casa estamos la mayor parte del tiempo delante de una pantalla. Y hacer un uso abusivo de las tecnologías tiene consecuencias para la vista, desde fatiga ocular y visión borrosa hasta dolores de cabeza o mala focalización. El oftalmólogo Jeffrey Anshel creó la conocida como “regla 20-20-20”, que consiste en que cada 20 minutos que hayas estado mirando atentamente una pantalla debes estar, al menos, 20 segundos mirando fijamente un punto que se encuentre a unos seis metros. Con esta acción la vista descansará, ya que está expuesta a estar enfocando mucho en distancias cortas.
Espalda y cervicales: Cuando estás con el móvil o trabajando con el ordenador es importante adoptar una posición adecuada para evitar problemas de espalda. El ya conocido como “text neck” consiste en el peso soportado por tu columna en función de la inclinación del cuello. Los ángulos que adoptamos al colocar el cuello por delante de los hombros son de 30 grados, con un peso de 18 kg, de 45 grados conlleva un peso de 22 kg y la posición más extrema es de 60 grados, un peso de 27 kg para tu cuello. La ideal es sujetar el móvil a la altura de los ojos y si tienes que estar mucho tiempo sentado delante del ordenador, es recomendable una buena silla con respaldo para evitar molestias.
Sueño: Las nuevas tecnologías están afectando a la calidad del sueño de los usuarios. El fenómeno ‘vamping’, utilizar las pantallas antes de dormir, perjudica directamente al descanso y a la salud. La luz azul evita al cerebro segregar melatonina, que es la hormona que regula el sueño. Para la OMS, los niños -y los mayores- están durmiendo por debajo de lo recomendable, y dormir poco tiene una relación directa con comer más y peor o con una mala productividad. Lo recomendable es no usar pantallas de luz de onda corta dos horas antes de irnos a dormir y por supuesto, no meternos en la cama con el móvil o con la tablet.
Pulgar: Otra de las dolencias por el uso compulsivo del smartphone tiene que ver con el dedo pulgar, la denominada ‘tendinitis de De Quervain’, una inflamación en los tendones de la base y el alrededor del dedo gordo. Esto es causado por estar mucho tiempo tecleando en la pantalla. Si aparecen dolores en el pulgar, lo recomendable es asistir al especialista, pero también es una buena acción cambiar ciertos hábitos, como utilizar las dos manos o cambiar de mano cuando uses tus dispositivos.
Oído: Escuchar música a alto volumen con los auriculares puede causar problemas de audición irreversibles. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido no debe superar los 65 decibelios (dB), lo que supere los 85 dB supone un riesgo de pérdida auditiva. Un estudio publicado en International Journal of Audiology asegura que el 85 % de los estudiantes utilizan reproductores de música, de los cuales un tercio supera el nivel 80 dB y uno de cada cuatro los 85 dB, lo que es un factor de riesgo. La OMS alerta que más de 1.000 millones de jóvenes en el mundo están en riesgo de sufrir pérdidas de audición, y aconseja la conocida como “regla del 60-60”, que consiste no escuchar música con reproductores personales durante más de una hora al día y a un nivel máximo del 60 % de la capacidad de sonido del dispositivo.