PROGRESOS EN LA INDUSTRIA PAPELERA
Los pingüinos nos enseñan a fabricar papel sin agua
El proyecto paneuropeo TWO TEAM de la Confederación Europea de Industrias del Papel (CEPI), puso en marcha una competición entre dos equipos de técnicos y científicos para dar un salto tecnológico sin precedentes. Entre los resultados de esta iniciativa destacan la fabricación de papel sin agua, gracias a la observación de los pingüinos y la producción de celulosa a bajas temperaturas, sin residuos y un mínimo de energía tal y como funcionan las plantas.
Nos lo enseñan los pinguinos
Observar el comportamiento de los pinguinos, es la base de otro gran descubrimiento para la industria papelera que ha tenido cabida en el proyecto TWO TEAM.
Cuando los pingüinos huyen de sus depredadores, no nadan en el agua, sino en el aire. Lo que sucede es que liberan pequeñas burbujas de aire de sus plumas y se forma una fina película a su alrededor, lo que les permite reducir la fricción y avanzar más rápido.
Este concepto, conocido como supercavitación, puede aplicarse a la industria papelera para fabricar papel sin agua. Las fibras son tratadas para protegerlas y después suspendidas en una solución viscosa con una concentración de más del 40%. La solución se prensa y a partir de la hoja resultante se obtiene el producto final requerido.
Nos lo enseñan las plantas
En un intento por aprender de la sabiduría de la naturaleza, el sector papelero europeo está trabajando en un nuevo concepto tecnológico que permitirá fabricar celulosa reduciendo al máximo el consumo de energía, las emisiones y los residuos.
Cuando las plantas no tienen agua, son capaces de crear sus propios líquidos. Lo hacen a partir de dos sólidos y a temperatura ambiente. El líquido que crean se llama DES (Disolvente Eutéctico Profundo) y es capaz de disolver la madera, separando las fibras de celulosa de la lignina (el pegamento que las une) sin necesidad de calentar la mezcla.
Lo revolucionario es que este líquido puede aplicarse en el proceso de reciclado de papel, y permite disolver los residuos de tinta del papel usado y separarlos de las fibras de celulosa.