LA OLA DE CALOR CONTINÚA
¿Cuáles son las consecuencias del calor?
Este verano estamos sufriendo en España una insoportable y sofocante ola de calor. Por todo ello, hay que tomar precauciones para evitar el riesgo de deshidratación y sobre todo, en los sectores más vulnerables de la población.
En 1975 fue el último año en el que se dio la ola de calor más larga en la historia de nuestro país, le sigue 2003 con 16 días consecutivos y ahora llevamos dos semanas ininterrumpidas de bochorno climático y todavía nos queda y para largo.
Lo que es más alarmante si cabe es que podríamos establecer un nuevo récord histórico, ya que aparentemente estaríamos viviendo el mes más caluroso de los últimos tiempos.
Además que los termómetros se mantengan por encima de los 40 º C es muy peligroso si hablamos de incendios, especialmente forestales.
Otra de las consecuencias del exceso de calor es que suele ser un desencadenante de irascibilidad en las personas, pues como no podemos paliar el calor, nos irritamos por nimiedades y aflora el mal humor.
Por otro lado, si quedaban dudas de la existencia del cambio climático y sus efectos devastadores a todo nivel, el calor ha afectado de manera sistemática a muchísimas plantas y ha adelantado la polinización de las mismas hasta en cuatro semanas, provocando desde el mes de mayo un mayor número de crisis de alergias y brotes asmáticos (los más altos desde 2007) a los que la persistencia del calor no ayuda a superar.
Además de proliferar antes de tiempo, han aumentado su carácter alérgico, es decir que los diversos pólenes son más potentes y por tanto se necesita apenas una concentración de treinta y cinco gramos por metro cuadrado de aire para desencadenar problemas respiratorios y alérgicos.
Durante las últimas semanas, el calor no solo ha sido intenso durante el día sino también por las noches y el cuerpo no tiene tiempo para autorregular su temperatura y deshacerse del exceso calórico. Por eso tienes esa sensación de ahogo, de que la ropa se te pega al cuerpo y que no hay forma de refrescarse.
En resumen, debemos ingerir muchos líquidos, refrescarnos a menudo, mantenernos a la sombra o tomar sol con la máxima precaución, vigilar a nuestros niños y ancianos para que no se vean afectados por este bochorno persistente y armarnos de paciencia hasta que las temperaturas desciendan.