FORO ‘LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN LOS LIBROS: ENTRE EL RETO DIGITAL Y LA RESPONSABILIDAD DEL LECTOR’
España, uno de los países más permisivos con la copia ilegal de libros, según autores y editores
CreaCultura, el movimiento de Atresmedia para defender y valorar la Propiedad Intelectual, sigue desarrollando acciones encaminadas a reforzar el valor de la creación cultural y la necesidad de protegerla. Atresmedia, en colaboración con Bertelsmann, celebró el 10 de mayo en Madrid el foro sobre 'Propiedad intelectual en los libros: entre el reto digital y la responsabilidad del lector', en el que participaron la directora editorial de Siruela, Ofelia Grande, y los escritores Lorenzo Silva y Espido Freire, moderados por Vicente Vallés, director y presentador de la primera edición de ‘Antena 3 Noticias’.
El Foro se encuadra en el marco de CreaCultura, un movimiento que trabaja para que se reconozca el valor de la Propiedad Intelectual y concienciar sobre las consecuencias, que nos afectan a todos, que conlleva su vulneración. Se plantea desde un enfoque abierto y busca generar un espacio de encuentro y debate que permita encontrar soluciones desde el diálogo.
Lorenzo Silva sostuvo que "hay un valor fetiche en el libro que durante algún tiempo nos mantuvo protegidos de la piratería. Pero esto ha cambiado en los últimos años. A partir de la crisis se produjo una difusión masiva e ilegal de contenidos, que se unió al cierre de editoriales, librerías, etc".
En esta línea, Espido Freire recordó que hace menos de 20 años "no podíamos sospechar que se pudiera llegar a piratear casi cualquier formato. Pese a ello, he sido, como autora y lectora, consciente de lo que se nos venía encima".
La escritora señaló que "es muy inquietante que el robo de derecho digitales sea uno de los pocos delitos que no sólo está bien visto, sino que se alienta en algunos colectivos. Que no se haya logrado crear una conciencia de que esto es ilegal me parece incompresible. En Escandinavia, Estados Unidos o Alemania sería impensable lo que está ocurriendo en España en cuanto a la falta de respeto al autor. Por ejemplo, en Alemania no es posible descargarse contenido desde las wifi de los organismos públicos". Silva fue más allá y aseveró que "España es el país más benigno con el expolio editorial".
Por su parte, Ofelia Grande reflexionó sobre el camino que han recorrido los editores en proceso de la digitalización y la puesta en valor que hacen de la obra literaria: "Nos está costando adaptarnos a las nuevas formas de consumo. Pese al esfuerzo, ahora lo hacemos mejor. El trabajo de los editores no es sólo poner en electrónico el manuscrito del autor, sino que hay una tarea de edición unas veces grande y otras enorme. No sólo hacemos un una intermediación, sino que aportamos valor al manuscrito, y avalamos la obra". La editora de Siruela recordó que "el 90 % de los libros que se publican en España no vende ni 1000 ejemplares".
El impacto de la piratería de libros
Espido Freire explicó que "el robo de libros digitales es una enajenación de los derechos del autor. Quien piratea niega el derecho de pagar la hipoteca al autor. Si se roban los derechos de autor, el creador se queda sin remuneración económica y se le condena a la inanición. Pero es que además, se erosiona toda una industria, se destruyen todos los puestos intermedios que existen”.
Fue precisamente Freire quien lanzó una de las grandes cuestiones en torno a este debate: "¿A quién beneficia la piratería de libros?" Lorenzo Silva señaló a "informáticos que están teniendo ingresos de 400.000 euros por crear y mantener páginas ilegales".
De todos modos, el autor de 'Música para feos' explicó que "tenemos una quiebra de responsabilidad en el lado de los lectores".
Pero hablar de copia ilegal de libros no es hacerlo sólo de dinero: "El pirateo genera un impacto a medio plazo en la cultura que es difícil de cuantificar", señaló Espido Freire, que añadió que "si queremos conservar un patrimonio cultural, es responsabilidad de todos y cada uno de los que quiera disfrutarlo, porque los autores, desde luego, estamos dispuestos a hacerlo".
Para Ofelia Grande, "en España hay un brindis al sol de leyes que no se cumplen por falta de medios por parte de las administraciones". Además Grande considera que "es un disparate que las directivas europeas mantengan un IVA del 21% para el libro electrónico, y no el 4%, porque entendemos que el libro es un contenido, no un objeto".
Propuestas para frenar la piratería literaria
Desde una perspectiva constructiva, Lorenzo Silva lanzo algunas propuestas de gran interés, como "la venta de ejemplares por debajo de los 10 euros, o la creación de una gran biblioteca pública digital para que llegue a las personas que no tienen recursos para comprar un libro". El autor concluyó que "hay que mejorar la oferta editorial todo lo que se pueda y, tras haber hecho todos los esfuerzos, es cuando te puedes plantar ante las administraciones para reclamar".